Repertorio informatizzato delle fonti documentarie e letterarie della Sardegna

Repertorio informatizzato delle fonti documentarie e letterarie della Sardegna

Secolo XVII – XXXI

Posti assegnati dal vicerè di Sardegna Marchese di Vayona alla Cavalleria e alla Fanteria nazionale nella città di Sassari, ed ordini da tenersi ed eseguirsi dalle medesime in caso d’invasione, o di aggressione nemica (1).

(1629. – 28 aprile e 2 maggio).

Dall’originale posseduto dall’Autore del presente Codice.

Puestos para las compañias de cavalleria, y de infanteria, desta ciudad de Sacer, ordenados por el Marques de Vayona, Virrey, y Capitan general, son los siguientes:

  1. En la Puerta de Roselo la compañia de Don Angel Manca.
  2. En la eminencia en fronte del baluarte de la misma Puerta la compañia de Don Sebastian Zonza.
  3. En la misma Puerta la compañia de Don Juan Cariga.
  4. En la iglesia de la Trinidad una tropa de cavalleria de Sancta Catherina, y guarda las avenidas fuera las viñas al camino de Sancta Maria de Pisa, y al camino val al piano di li travi, y viña de tal Lorenço Peligroso.
  5. En la Puerta de Sant’Anthonio la compañia de Don Francisco de Feno.
  6. En la eminencia de dicha Puerta la de Don Francisco de Castelvì, junta à la de Don Francisco de Ansaldo, la del Maestre de campo, la meitad de la compañia de cavalleria de Sancta Catherina, con el estendarte de la ciudad, en el camino que mira al Rio Manno, va al Rio bugioso, que sale à Ponte Brandino, y piano di li travi, y viña de tal Lorenço Peligrosos; y la compañia de Don Pedro Pilo en la boca del camin, que va à San Gavino.
  7. En lo alto de San Pablo la compañia de Don Ignacio Carrillo.
  8. En el camino, entre la vina de Barba, y la huerta de la Seo (Cattedrale) la mitad de la compañia de Don Diego Gaja, va camino à los curzones de Nana ligni, que sale à la viña de Baiugio Casabò, y al otro camino de la pedraia de Santa Maria, al camino de Carriga, y sale à otro de San Baingeddu, que va à la viña de Luca Dais, y funtana de Corbo; y la dicha meitad delante el brevedor de Betlem.
  9. En la pared del Olm de Betlem, à parte de dentro, la compaָñia de Joachim Paduano.
  10. En la Puerta de Uzary la compañia de Don Juan Pilo.
  11. En la eminencia de la misma Puerta la compañia de Don Pedro Guio.
  12. En la misma Puerta la compañia de Don Francisco Sasso, y la de Son Carlos Cariga.
  13. En Sant’Anna la compañia de Simon de Aquena con su estendarte guarda el camino de Usini, y Puerta del Carro; y en bia ronda està la de Santa Catherina.
  14. En la Puerta nueva la compañia de Don Gavino Manca y Zonza, la de Gavino Sabba, y la compañia de Don Gavino Manca y Sasso.
  15. Entre la Torre torondola, Poço de rena la compañia de Don Quirigo Pilo.
  16. En la Puerta de Castillo la compañia de Don Antonio Manca de Omedes.
  17. En la eminencia de dicha Puerta la compañia de Don Jayme Manca y Ledda. En el Cuerpo de Guardia la compañia de Don Gavino Paliacho.
  18. De las cinco compañias de à cavallo, de cada qual se ha de tomar quatro soldados para poner en el Carmen.
  19. Y de dichas compañias de cavallos se ha de tomar de cada qual otros dos soldados para que dellos vayan, es à saber sinco con el Governador, y los otrus sinco con el Commissario General para llevar ordenes.

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El Sargente Mayor de Sasser por su Magestad Gavino Salbañolo.

El Capitan Don Gavino Manca y Zonza mandarà a sus Officiales, y soldados, si en occasion de noche se toque arma, accedan à su bandera, y el mesmo acudirà à ella, y marchara por el Cuerpo de guardia, donde dexarà su bandera entregada al Alferez estuviere de guardia, dexandole dos soldados de su compañia armados para guardia della, y con todo el resto de su compañia marcharà en la plasa del Castillo, donde arà alto, y Escuadrò de su compañia, y mandarà vaya el Sargento con veinte cinco soldados armados, y en cabo, à la Puerta nueva de guarnision, y con la demas gentes esperarà la orden se le à de dar para soccorrer algun puesto peligroso, y si la arma se tocare de dia, acudirà con su compañia y bandera, saliendo por la Puerta de Sant’Antonio al campo de Betlem para ponerse en Escuadron, donde se dara la orden, advirtiendo que todos los soldados tengan sus armas à punto, y sus municiones à cumplimiento acudiendo, advirtiendo los con puntualidad, que se deve, al primer toque de campana, y caxas, y que traigan provision de comida para un dia, y algunas achas de cortar leña, teniendo los officiales los soldados repartidos de quarenta en quarenta por escuadron; y todos en sus Casas den orden, tocando arma, saquerlas à las ventanas, y ningun vieijo inutil, niño, ny mujer salgan de sus casas, ny ningun se atreva à disparar de noche, ny passar palabra, ny moverse del puesto señalado sin orden de sus Offisiales, que saldran con sus insignias, y armas, y tengan mandado al que tienen señalado por Tambor de su compañia, acuda à dicha bandera, y esto so pena de tres tratos de cuerda para el soldado, y de la Real desgrasia para los Capitanes, y Officiales, y otros arbitrios de su Excellencia (2). Datum en Sasser a 28 de abril 1629.

Don Jeronimo de Omedes.

Otra se ha registrado del mesmo tenor para el Capitan Don Jayme Manca y Ledda, puesto que hembia veinte hombres à la Puerta del Castillo.

Otra se ha despedido del mesmo tenor para el Capitan Don Juan Cariga, excepto que no embie ninguna gente à ninguna parte.

Don Jeronimo de Omedes.

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Manda su Señoria a los Capitanes de infanteria, alferezes, y Sargentos, y Cavo de escuadra de la ciudad de Sasser observar, y observar hagan a sus soldados lo siguiente:

  1. Qualquier Capitan fuere nombrado para entrar de guardia, entre personalmente de guardia con sus armas, y con el pajedelante, y con la gireta; y duerma en la guardia, si ya no tuviere causa bastante, y legitima escusa, de la qual dara cuenta; y antibien acuda a casa de Alferez adonde estara la bandera à l’ora d’entrar de guardia para de alli marchar à la guardia; y al salir della personalmente la acompagne asta dicha Casa donde la saco; asi bien tenga bandera pagada por los soldados, y dos caxas, o una a los menos, con las personas señaladas para que la toquen, y todo lo mandara comprar, para que sea effetuado, pues corre por su cuenta, y todo lo demas que se sigue.

El Alferez, que su compañia fuere nombrada para entrar de guardia, des de la mañana à de sacar la bandera en la ventana de su Casa, y à de mandar a los atambores, o atambor de su compañia, echando bando, que todos los soldados de su compañia accudan a su bandera, a la tarde doso ras antes de anveheser, armados, y moniçionados, conforme estan obligados, y ninguno con armas prestadas, y los desarmados tambien accudan à dicha bandera: dicho tambor una ora antes de entrar la guardia dara otra buelta por dicho Quartel, haziendo lo mismo dicho, y se ira à su bandera, adonde estara tocando en ella hasta que entre la guardia; y una vez entrada no se mueva del Cuerpo de Guardia, sin liçençia, y dormira en dicha guardia.

Dicho Alferez tendra echa la Lista de los soldados de su compañia para cada Cabo de Escuadra sepa, y coñosca los soldados de su Escuadra, y do abitan, para avisalles, para en caso fuesse menester, sin tocar caxas.

Dicho Alferez à la hora, y antes de entrar la guardia, se ha de hallar en su Casa à su bandera, y tendra siñalado una persona, para que le sirva de Abanderado para qualquier ocasion le haie menester: si su Capitan entrara en la guardia, dicho Alferez à de llevar la bandera, y el Abanderado delante dell con su venablo al cuello, la punta asia a tras; y si su Capitan por legitima escusa no entrare, dicho Alferez à de guiar su compañia con el venablo a la man, y dicho Abanderado ha de llevar la bandera de su puesto.

El dicho Alferez, una vez entrado de guardia, no puede salir del Cuerpo de guardia sin lisensia de su Capitan, quedando en dicho Cuerpo de guardia el Sargento, el qual no se movera de dicho Cuerpo de guardia, mientras dicho su Alferez estuviere fuera, si ya no es que su Capitan se lo mandara para algun servicio de su Magestad.

Al Sargento de la compañia entrara de guardia se le de orden, que en continente tenga la orden para entrar su compañia de guardia, de dello noticia a su Capitan Alferez, y Cavos de Escuadra, para que cadauno lo sepa, y pueda cumplir con su obligacion.

El dicho Sargento, com a persona que depende del todo el maxo, y açiones de la compañia, á de tener particular cuidado de saver quantos soldados tiene, y cadauno que annos tiene, y que armas le faltan, para procurar, y mandar a los que tienen armas la tiengan limpias, y aderesadas, y las lleven bien puestas en el lugar deven, y las muniçiones cumplidas, y se ha de hallar, antes de entrar en la guardia, a la bandera, y conforme los puestos,. Do tendra orden de embiar gente, axi como se fuere recoxiendo, lo ira señalando, dando le para cada puesto un Cavo, à los quales ha de dar la orden que tuviere, y cada uno à de aguardar en su puesto con orden, en entrando la guardia, y arrimada su bandera en el Cuerpo de guardia, cada Cavo nombrado torne sus soldados, y se sera a su puesto, y solo queden en la bandera los que no son nombrados para ningun puesto, sino para el Cuerpo de guardia, a los quales hara arrimar las armas por consierto, ponindo posta a la bandera, y a ellas, y las demas postas tuvieren orden se poner.

Dicho Sargento à de tornar los ordenes que se han de guardar en dicha guardia, y dar cuenta della a su Capitan, y Alferez, y distribuirlas a los Cavos de Escuadra, y soldados, tiniendo particular cuidado, si a los que huviere dado orden las cumplan.

Dicho Sargento, llegada la hora de serrar las puertas, à de tomar seis soldados con sus armas, y à de ir a serrar todas las puertas, tomando las llaves dellas, y llevandolas al Cuerpo de Guardia, y la ultima puerta, que se ha de serrar, à de ser donde mas concurso de gente suele venir; y en caso, por escusar travaijo à dicho Sargento de ir por todas las puertas, podra dar la orden al Cavo, que estuviere en cada puerta a la orden que se le dara, la orden que la sierre, y tomen las llaves, y con otro soldado las lleven al Cuerpo de guardia para entregarlas al dicho Sargento, el qual las pondra junto a la bandera, y entregara a la posta, si ya no haja orden de llevarlas a su Señoria.

Dicho Sargento, haviendo reçevido todas las llaves, ne darà cuenta, y con seis soldados armados, y el con su alabarda vendra adonde se estuviere el otro ajudante, para bolver con uno de los dos al Cuerpo de guardia, para dar el nombre al Capitan de la guardia, el qual Capitan lo dara a su Alferez, y el Alferez de guardia a su Sargento, y dicho Sargento lo dara a los Cavos de las puertas, que han traido las llaves, los quales, despues de haverlas entregado, no se han de mover del Cuerpo de guardia principal asta tener dicho nombre, quando con el, y sus Soldados se iran a su puerta para darlo a las postas que huviere.

Dicho Sargento a dos horas de noche, ò antes, ò despues, à de tomar quatro, ò seis soldados de su compañia por ver si cumplen con la orden que se les à dado, y estan con vigilancia; y si los hallan en alguna falta, dara cuenta para que sean castigados; y buelto a dicho Cuerpo de guardia dara cuenta a su Capitan, y Alferez, y de como los huviere allados.

Dicho Sargento tiendra cuidado de embiar las rondas que tuviere orden de embiar, y a las horas que se le ha señalado, assi las de la muralla, como las de la ciudad, y siendo de dia claro, en tocando la alborada, a tomar su alabarda, y seis soldados con las llaves de las puertas, y se ira abrir, y la ultima que se ha de abrir es la de asi a la marina: en el abrir cada puerta à de hazer tomar las armas a los soldados, que estan de guardia della, y aberta la puerta han de salir dos a reconosser a cien passos las avenidas de dicha puerta, y entretanto à de estar la puerta serrada, y bolviendo los dos que han ido a reconosser con relaçion que no han descuvierto nada, se ha de abrir la puerta, y tomar la gente que estava de guardia en cada puerta, y con toda ella bolver al Cuerpo de guardia, dando cuenta a su Capitan, para que el pueda salir de guardia, y bolver la bandera a su casa del Alferez, y cada soldado irse a su casa; quando dicho Sargento a la mañana ne ha de dar cuenta de todo lo dicho, a dicho Sargento han de assistir todos los Cavos de Escuadra; es a saver cada uno en lo quel es quisiere emplear, si bien para mostrarse buen vassallo de su Magestad y Ministro, para que lo ha de procurar azertado qualquier Cabo de Escuadra: la compañia que toca entrar de guardia ha de procurar avisar a sus soldados sean puntuales en acudir a su bandera a la hora de entrar de guardia, y para que mas presto sean avisados todos los soldados, pueda cada Cavo de Escuadra nombrar en su Escuadra quatro amigos, ò ocho, para que tengan cuidado de avisar diez ò cinco de dichos soldados, advirtiendoles que qualquier aviso quel es dieren lo observen.

Los soldados de cada compañia tendran las armas limpias, y apunto, y tendran una libra de polvora, vintiquattro balas, y quatro passas de cuerda, y al que tocara entrar de guardia ha de entrar con sus armas, y dichas moniçiones, y acudir a su bandera a la hora dicha, para entrar la guardia, y en ocasion de arma siendo obediente a sus ministros, y una vez entrado de guardia ninguno se mueva del puesto le fuere señalado, sin liçençia del Official major, o Cavo que estuviere, y dichos Officiales, y Cavos no la daran, si no es a la terçera parte de la gente de guardia, para que queden siempre en ella las dos partes, y a si tras unos, vayan otros por sus necessidades.

El Capitan se hallara de guardia, la noche que se tocare arma ha de mandar tocar sus caxas, si se lo mandara el Superior, y con sentir se toque la campana de la Ciudad, y no de otra manera, y en el mismo punto ha de tomar las avenidas de dicho Cuerpo de guardia, poniendo gente en ella, conforme lo que tuviere, y an de tener el nombre, y no le den a ninguno sin que se lo den adonde ha de estar dicha gente en dichas avenidas, en occasion de arma, como esta dicho, y quando no la halle, ha de haver una posta, con en la esquina de Don Pedro Gaia, que descubre por la Plassa a si a Santa Catherina, y por otra parte la calle, y puerta prinçipal de Jesus; otra posta de estar en la esquina de la casa de doña Carenza Manca, que descubre lu calle del Ralox; otra posta mas arriba de la puerta peguena de la Ciudad, que descubre la Plassa de Corte de lardo; otra posta a la esquina de la Argenteria, que descubre la plassa de asi a Sant’Antonio; y l’Argenteria; y la otra posta a la esquina de la calle de Santa Clara; y otra posta en el parche de la Ciudad, que descubre; y torne la palabra de las cinco postas dichas, y la de, y passe a la posta de la guardia, de las armas, y bandera.

Dicho Capitan, haviendo venido çiuco, o seis banderas, y entragado a su Alferez de guardia, y dexadole los dos soldados por cada bandera, recoxera todos sus soldados de su Compañia del Cuerpo de guardia, y dexando l’Alferez con la bandera en el con dos soldados de su Compañia solos, y los dos de las banderas, que abran venido, y vendran, se iran al puesto que tienen señalado, y embiara un Cavo de Escuadra a las puertas a dar orden a su gente, que siempre que llegaren otros soldados para guarnision dellas, les dare la orden, y les dexen la guardia de dichas puertas, y se retiraran donde dicho su Capitan las dira venga; y adventira a la gente desarmada de su Compañia, que por falta de armas no estan de guardia, y entrando a una acudau al dicho Cuerpo de guardia para irse con la gente armada a su puesto con su Sargento.

Al Alferez de la Compañia, que estuviere de guardia, la noche que se tocare arma, se ha de entregar todas las banderas, que se hallaren, y traxaren, y de los dos soldados de cada Compania, y con ellos, despues su Capitan se vayan con la gente de su Compañia, se ha de estar en dicho Cuerpo de guardia, y poner en cada seis puestos dos soldados de posta, y ademas de la posta de las banderas; quales postas de las cinco avenidas no tendran nombre sino solo lu del porche, y de las armas, no dexando entrar a nadie en Cuerpo de guardia sin nombre; y en caso viniere alguno sin el, y quisiera entrar, le diran no puede; y si dixiera traigo alcuna orden, saldra un ombre de confiança con seis soldados a reconocerle, y entrarle.

A todos los Sargentos de la Compañia se ordena, que todas las tardes cada noche se halle personalmente con su alabarda al Cuerpo de guardia principal para darles el nombre, y si alguna orden huviere; y en caso que no me hallasse, hallara a mi ajudante dichos Sargentos cadauno en particular: teniendo el nombre, lo ha de ir dar a su Capitan, y Alferez; y cada Sargento, quando veran por el nombre, llevara con sigo un soldado con sus armas, para lexalle de guardia en el Cuerpo de guardia; al fin siempre que la noche haviesse cosa de que avisar a los Capitanes, Alferezes, y Sargentos, y Cavos de Esquadra, se halle un soldado, y tambor de cada Compañia en dicho Cuerpo de guardia, para que vaya a dar dicho aviso.

El Alferez de la guardia, que en ocasion que se toque arma à de mandar un soldado de su Compañia, me venga avisar, y al Senor Governador, y otro soldado vaya avisar al Commissario de la Cavalleria, y al Sergento Major de los Cavos, y esto tambien a qualquier nueva de sospecha haya, y mandara a todos los soldados de las otras Compañias, que estaran en Cuerpo de guardia, vayan avisar a sus Capitanes, Alferezes, o Sargentos, y Cavos de Esquadra, y buelvan a dicho Cuerpo de guardia, por si a caso viene otro aviso.

Asi bien ordena mande Vuestra Señoria, que en el Cuerpo de guardia principal, y en ninguna de las puertas ningun soldado sea osado maldesir, y jurar ek nombre de Dios, ny de su Sancta Madre, ni menos sea osada poner mano a la espada, y daga contre de otros, ny tratarse mal de palabras, ny de manos, ny perder respecto a sus Offiziales, ny bosen, sino que esten con toda quietud, ny se juegue a fiado, ny en otra parte que en la mesa con toda quietud; y que las diferensias de los juegos se haja de passar por lo que dixiere el Official informado (3).

En cada puerta de las cinco han de ir octo soldados con el Cavo para tener una posta en dicha Puerta, do estaran arrimadas las armas; y otra posta en cima de la Puerta, para que descubra la campaña y la marina, con particular cuidado, a la hora de hazer los fuegos las torres, tengan cuenta quantas habran hecho, y en continente han de avisar al Capitan de la guardia; el mandara el aviso, para darle a su Señor, dos Soldados, y Cavos de las Puertas. Qualquier aviso que veniere a qualquier Puerta l’han de tomar luego, y venirmelo a dar para avisar su Señoria y para ordenar lo que fuere menester. La dicha posta, que estuviere en cima de la Puerta, no ha de consentir que ninguno se allegue a ella, y si viese tropa de gente a cavallo, ò a piè, ò sintierà disparar en la marina, como esta dicho, ne dara aviso luego.

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Estos son los puestos, que se ha dado a las Compañias de orden de su Excellencia oy a dos de Mayo 1629.

  1. Compañia de cavallos de Sancta Catherina, con su estendarte, a la tua del camino va al Rio Manno: mas embiara 40 soldados a la Trinidad, y 4 al Carmen, y dos al Señor Governador, y dos al Commissario General.
  2. Compañia de Don Pedro Pilo, con su bandera, a la boca va al camino grande de San Gavino: mas 4 soldados al Carmen, dos al Señor Governador. Dos al Commissario General.
  3. Compañia de Don Ignaçio Carillo, con su estendarte, a lo alto de San Pablo, y 4 soldados al Carmen, dos al Señor Governador, dos al Commissario General.
  4. Compañia de Don Diego Gaja, con estendarte, al camino de entro la vina de Barba, y Puerta de la Seo, y embiara la meitad de la Compañia con el Tiniente delante del bievador, y Puerta de Molinas, y 4 soldados al Carmen, dos al Señor Governador, dos al Commissario General.
  5. La Compañia de Don Antonio de Liperi, con su estendarte, acudira a Sant’Anna.

 

(1) Questi ordini furono dati, per quanto può inferirsi dalle memorie contemporanee, onde la città non fosse sorpresa e occupata da nemici, come lo era stata due anni avanti (1527) dai Francesi capitanati da Renzo Ursino da Ceri, i quali vi fecero grande bottino, e distrussero l’Archivio municipale (Fara, De rebus Sardois, Lib. IV e Sigonio nella Vita di Andrea D’Oria).
(2) E fra gli arbitrii accordati a S. E. il Vicerè vi sarà stato probabilmente ancor quello di far dare più tratti di corda, a vece di tre soli, ai soldati insubordinati.
(3) Per ordine disciplinare si vedono qui proibite ai soldati le bestemmie, le provocazioni con parole offensive o a mano armata contro i loro compagni, e i giuochi a fidanza (a fiado): le questioni che potessero insorgere a causa di giuoco doveano essere decise dall’ufficiale loro superiore, cui si raccomandava usassero il dovuto rispetto. Si vede pure proibito il gridare con voci smodate del Corpo di guardia.